Tradicionalmente, han existido dos tipos de activos financieros: la renta variable y la renta fija.
Sin embargo, entre renta variable o renta fija. ¿Qué es mejor?
Como inversores que somos o aspiramos a ser, una de las primeras preguntas que debemos hacernos a la hora de invertir nuestros ahorros es, ¿en qué lo invierto?
En el post de hoy intentaremos arrojar algo de luz a estas cuestiones.
¿Qué es la Renta Variable?
Antes de llegar a ninguna conclusión, veamos qué es la renta variable.
La renta variable es utilizada, mayoritariamente, como sinónimo de acciones.
«Las acciones en la sociedad anónima son partes alícuotas, indivisibles y acumulables del capital social»
Artículo 90 Ley de Sociedades de Capital
Ejemplo de renta variable
Imaginemos que el capital social de una empresa está valorado en 10 euros y que, dicho capital, se compone de 10 acciones de 1 euro de valor por acción. Si adquirieras 1 acción de esta determinada empresa, serías dueño de una décima parte de la misma.
¿Cuál es la certeza de adquirir beneficios gracias a la compra y tenencia de una acción?
En el momento de la adquisición, ninguna.
La compra de una acción ordinaria no te garantiza ningún rendimiento futuro. Además, en caso de liquidación de la empresa, como propietario de la misma, serás el último en cobrar de dicha liquidación.
En definitiva, si algo puede definir a la renta variable son las tan temidas palabras por todo inversor: incertidumbre y riesgo.
¿Y qué es la renta fija?
Una de las principales características que define la renta fija es la variedad de instrumentos financieros que se engloban dentro de esta clasificación.
Por contra, podemos asociar la renta fija a una promesa de pago o deuda por parte de su emisor.
Ejemplo de renta fija
Imaginemos un país que necesita 10 euros para pagar la construcción de una carretera. Dicho país, para financiar el proyecto, puede colocar un título de renta fija (un bono a 10 años por ejemplo) por 10 euros, con la promesa de que va a pagar todos los años un cupón de 1 euro y al final de la vida del bono o vencimiento, un montante de 10 euros.
Por consiguiente, el inversor, al vencimiento del bono y siempre que lo mantenga durante toda la vida del mismo, habrá obtenido:
- 10 Cupones de 1 euro por cupón: 10 euros.
- Pago del principal: 10 euros.
En total, el inversionista, que pagó hace 10 años un monto de 10 euros por la adquisición del bono, al vencimiento del mismo habrá obtenido 20 euros.
Anteriormente, asociábamos la renta variable con la palabra incertidumbre.
En contraposición, tenemos a la renta fija que se caracteriza por la certeza (siempre y cuando no se produzca un impago por el deudor) de los rendimientos a obtener en un futuro.
Por lo tanto, si con la renta variable no sabemos el rendimiento que podemos obtener, mientras que con la renta fija sí, a la pregunta de: Renta Variable o Renta Fija: ¿Qué es mejor? parece le tenemos una respuesta clara.
Alerta spoilers: Desgraciadamente no. Veamos el por qué.
Binomio riesgo – rentabilidad
Todo inversor tiene que tener clara una regla de oro de las finanzas: el binomio riesgo-rentabilidad.
Por norma general existe una relación directa entre riesgo y rentabilidad. Es decir, aceptaremos un mayor (menor) riesgo en nuestra inversión cuando esta nos ofrezca una mayor (menor) rentabilidad.
Por ello, y en relación con lo que hemos visto hasta ahora, la renta variable debido a su mayor riesgo, suele estar asociada a una mayor rentabilidad que la renta fija (con un menor riesgo).
Entonces…
Conclusión: ¿En qué invierto mi dinero?
Una vez analizado cuáles son las principales características de la renta variable y la renta fija, ¿Estamos preparados para dar una respuesta definitiva? ¿Cuál de ambas opciones es mejor para nosotros, como inversores?
La respuesta que podemos darte desde Econoteca es: depende.
En el mundo de las finanzas, como en la economía en general, no existe un producto financiero que sea mejor o peor, todo depende de una series de variables a analiza (capacidad financiera, horizonte de inversión y, especialmente, de tu tolerancia al riesgo).
Para aquellos con unas perspectivas positivas de una determinada empresa o zona económica, con un horizonte temporal a medio o largo plazo y con cierta tolerancia al riesgo, la renta variable podría ser la opción ganadora.
Sin embargo, si tu horizonte temporal es a corto plazo o no te sientes cómodo con el riesgo asociado a la volatilidad de las acciones, invertir en renta fija a través de deuda soberana de países solventes como Alemania o Suiza, puede ser la inversión que más se ajuste a tu perfil.
Estad atentos a los nuevos artículos en la sección de Finanzas de Econoteca, donde analizaremos temas tan diversos y útiles desde como por ejemplo, vocabulario básico del sector de las finanzas hasta cómo valorar unas acciones o un bono.
¡Acompáñanos en este nuevo camino!
Actualmente, trabaja como asistente de auditoría en Mercados de Capitales en Deloitte España.
- Renta Variable o Renta Fija, ¿Qué es mejor? - agosto 8, 2020
